Todo lo que Necesitas Saber sobre los Sistemas de Calefacción Eléctrica

Durante los meses invernales, cerca de la mitad de la energía utilizada por los hogares se destina a calentar sus espacios. Muchos optan por la calefacción eléctrica para templar su vivienda en este periodo.

Pros y contras de la calefacción eléctrica

Al considerar la instalación de calefacción en un hogar, muchos usuarios recurren a la electricidad. Al igual que otras fuentes de energía, este tipo de suministro ofrece una variedad de beneficios y desventajas que el usuario debe evaluar antes de proceder con la instalación.

• Beneficios de la calefacción eléctrica:
• Energía limpia.
• Conveniente: el suministro es constante y el usuario no necesita cambiar bombonas o llenar un tanque como sucede con el butano y propano.
• No requiere instalación: solo se necesita tener radiadores distribuidos en la casa.

Su principal inconveniente es el costo. Es el suministro energético más costoso del mercado. También es importante considerar otros aspectos como el aislamiento del hogar o su eficiencia energética.

Tipos de calefacción eléctrica

Cuando se decide instalar la calefacción eléctrica en un hogar, el cliente tiene diversas opciones según sus necesidades, y presentamos cada una para ofrecer una perspectiva más amplia y facilitar la toma de decisiones.

Acumuladores de calor

Los acumuladores de calor operan mediante resistencias eléctricas que calientan el núcleo acumulador y almacenan el calor generado, liberándolo posteriormente como energía térmica. Existen dos variedades de acumuladores de calor:

Además de ser sistemas que requieren una inversión inicial considerable, los radiadores solo pueden recargarse en horarios específicos. Por ejemplo, si el cliente tiene tarifa nocturna, la recarga debería realizarse durante la noche, y el usuario no puede ajustar la demanda de energía a diario.

1. Estáticos: liberan energía térmica de manera natural
2. Dinámicos: incluyen un ventilador para facilitar la difusión de energía

Convectores

Al igual que los acumuladores de calor, utilizan energía eléctrica para calentar el aire frío. Gracias a la resistencia eléctrica y al termostato incorporado, el sistema puede introducir aire frío y expulsar aire caliente de inmediato. Aunque no es uno de los sistemas eléctricos más eficaces, puede ser una buena opción para espacios reducidos o segundas residencias.

Radiadores de aceite o termoeléctricos

Es uno de los sistemas eléctricos más antiguos, y todavía puede ser útil en ciertos casos. Funcionan a través del calentamiento de un aceite térmico.

Su principal ventaja es la facilidad de instalación, ya que no requieren ninguna obra o instalación especial. El usuario solo necesita un enchufe para conectarlo a la red eléctrica. Además, los radiadores continúan emitiendo calor incluso después de estar apagados durante varias horas, ya que el aceite que contienen disminuye su temperatura de manera gradual.

Suelo radiante

Es uno de los sistemas más vanguardistas, que permite mantener un ambiente fresco y emitir calor de manera uniforme a lo largo de toda la superficie.

Consiste en la instalación de una estructura de tuberías o cables que transportan agua caliente bajo el suelo de la vivienda.

Su gran inconveniente es el gasto inicial que el consumidor debe asumir para su instalación. Además de tratarse de un sistema novedoso, es necesario realizar obras en el interior de la vivienda, lo que eleva su coste.

Bomba de calor

Aunque se considera uno de los sistemas de calefacción eléctrica más innovadores, no permite distribuir el calor de manera uniforme por la vivienda, solamente mantiene cálidos los espacios donde se encuentra la bomba de calor.

Entre sus ventajas se destaca que no requiere mucha energía para alcanzar la temperatura configurada en el termostato, pero, por otro lado, el calor se dispersa rápidamente.

Placas radiantes

Las placas radiantes operan a través de ondas térmicas que permiten calentar de manera homogénea la habitación donde están instaladas. La bomba de calor alcanza la temperatura deseada con rapidez, pero son dispositivos relativamente costosos.

Calefacción con gas natural

En contraste con la calefacción eléctrica, que es la opción más costosa, se encuentra la calefacción con gas natural, que es la alternativa más asequible en el mercado actual, además de ser un suministro cómodo y seguro. Funciona mediante calderas y radiadores de agua instalados en la vivienda.

El precio del kWh de gas es más económico que el establecido por el mercado eléctrico, lo que permite que la calefacción a gas reduzca el coste energético utilizado para el calentamiento y que este suministro sea el más empleado en áreas con red de distribución.

Para contar con calefacción de gas natural en casa, es necesario instalar la caldera de gas y los radiadores destinados a emitir calor en la vivienda. Antes de proceder con esta obra, es imprescindible realizar la instalación de gas en el hogar. El coste por instalar la calefacción dependerá del trabajo general que deba realizarse para comenzar a utilizarlo.

Coste de la calefacción eléctrica

La calefacción eléctrica es uno de los sistemas que más energía consume, por lo que, sumado al precio del kWh, su coste es bastante elevado. El consumidor deberá reflexionar si instala el suministro eléctrico para la calefacción o si elige otra fuente de energía más económica. Al optar por calefacción con gas natural, el cliente puede ahorrar hasta la mitad del coste que se invierte en calefacción eléctrica.